R E C O N F O R T A D O
Filemón 7

 ¿Quién refresca tu corazón después de un largo entrenamiento?  ¿Puedes imaginarte la cara de esa persona?  ¿Quién da aliento a tu corazón después de una pérdida difícil?  ¿Cuál es su nombre?  Tales personas son invalorables en tu vida.  El apóstol Pablo tuvo una persona así en su vida y las escrituras de hoy nos cuentan de él.

 En la carta de Pablo a su amigo Filemón en el versículo 7 leemos estas palabras, “Hermano, tu amor me ha alegrado y animado mucho porque has reconfortado el corazón de los santos.”  Como un entrenador sabio, Pablo fue animado porque Filemón le ayudó a sus compañeros.

 Él recibió gran alegría y ánimo debido a cómo su amigo reconfortó los corazones de sus amigos.  Reconfortar el corazón de alguien es tan simple como hacer una expresión de amor, consuelo o animo.

 Reconfortamos los corazones de nuestros compañeros cuando los felicitamos cuando juegan bien en la competición o en el entrenamiento.  Reconfortamos los corazones de los entrenadores cuando mostramos buen carácter.  Reconfortamos los corazones de los que están luchando cuando caminamos al lado de ellos, cuando les animamos y cuando les damos esperanza sobre el porvenir.

 Mientras compites hoy, reconforta los corazones de tus compañeros y tus entrenadores.  Pon tu mejor esfuerzo.  En el proceso, todo el mundo será mejor y tú diseminas alegría y ánimo a los que te rodean.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 20:24-31
Apocalipsis 20
Job 41:1-11
Zacarías 6-9

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