P A Z
Juan 14:27


¿De dónde proviene la paz en tu vida?  ¿La encuentras en fines de semana tranquilos junto a tu familia?  Tal vez la obtienes de la música o de los buenos libros que lees. 

¿Pudiera ser que hay una fuente de tranquilidad que es interna en lugar de estar basada en las circunstancias?

Jesús habla de esa fuente de paz en Juan capítulo 14 y verso 27.  Dice así,
“La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.”


Jesús estaba a punto de dejar a sus discípulos y caminar directamente hacia su muerte.  ¡Todo el mundo alrededor de él estaba muerto de miedo!  Necesitaban a alguien que les diera paz.  Jesús se levanta y les da una seguridad extraordinaria.


En cambio el mundo da paz de manera débil.  El mundo da paz externamente...fácilmente se desvanece.  El mundo da paz temporalmente... constantemente necesitando ser refrescada.  El mundo da una paz condicional, la cual viene atada con hilos…. al final te encuentras con un anzuelo.


La paz de Dios calma nuestros miedos y borra nuestras ansiedades.  Da esa paz como la que Jesús demostró en su último día en su vida terrenal.  Él estaba tranquilo y sin miedo.  Su paz es interna y no se gastará con el tiempo.


Juega hoy con la sensación de paz gobernando tu vida.  Juega como Jesús; tranquilo y sin miedo.  Que la paz del Señor esté en ti en esta competencia.


El plan de lectura:
Salmo 13
Génesis 32-33
E V I D E N C I A
Hechos 11:23


El premio llega a los entrenadores cuando ellos ven la evidencia de que su equipo entiende y asimila sus indicaciones.  Cuando ellos ven que el equipo comprende y hace lo que ellos desean, entonces es que se aplica la expresión “mejor, imposible”.  Seguramente estarán entusiasmados, felices, emocionados y renovados en su compromiso con su equipo.  La escritura de hoy nos muestra un ejemplo de esta dinámica.


En el libro de Hechos capítulo 11, versículo 23, leemos “Cuando él llegó y vio las evidencias de la gracia de Dios, se alegró y animó a todos a hacerse el firme propósito de permanecer fieles al Señor”.  Pablo estaba contentísimo de ver que estas personas estaban haciéndolo tan bien y las animó a amar el Señor con firmeza, con todo su corazón.


El apóstol Pablo y tus entrenadores saben que hacer las cosas con todo nuestro corazón es la clave para el éxito.  Pablo vio la evidencia de que sus metas para ellos estaban siendo alcanzadas por lo que se emocionó.  Tus entrenadores ven tal evidencia en ti, que te animan a que des todo tu corazón para alcanzar estos objetivos.  Esta es la mejor recompensa para un entrenador.


Me gustaría unirme a Pablo y a tu equipo de entrenadores para animarte a que des lo mejor de ti hoy.  Compite sin reservas.  Busca la victoria con todo tu corazón.  Date 100% a tu equipo, tus entrenadores y para buscar lo mejor de Dios.


El plan de lectura:
Mateo 5:13-20
Hechos 7:39-60
30 de enero
V A L O R
Josue 1:6-7


¿Cuándo es que tu deporte demanda valentía de ti?  ¿No es cuando te enfrentas a una competición de un nivel superior? ¿El jugar con lesiones requiere valor? ¿Es la valentía un factor para sobreponerse a la fatiga?  ¿Qué rol es el que juega el valor para vencer la adversidad?  La escritura de hoy vincula la fuerza y el valor en una combinación poderosa.


En el libro histórico de Josué en el primer capítulo, versículos 6 y 7 leemos, “Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados.  Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas.”


Josué acaba de tomar el liderazgo de su pueblo después que Moisés había muerto y esto fue lo que Dios le dijo en el momento en que asumió su rol más intimidante de su vida.  Dos veces Dios le dijo que fuera fuerte y valiente.  La segunda vez Él le dijo que fuera muy valiente.  El valor sería obviamente la cualidad más importante en el liderazgo de Josué.


¿Cuáles son las situaciones en la competición de hoy que requieren de ti que seas fuerte y valiente?  Probablemente tú ya pensaste en algunas cuando empezamos a hablar del asunto.  Algunos podrían ser tan temibles para ti como lo fue para Josué sustituir a Moisés.   La palabra del Señor para ti es la misma que se le dio a Josué, hace miles de años.  Él diría, “Sé fuerte y muy valiente.” Camina valientemente en la competencia de hoy con fuerza y confianza.  Enfrenta a tu contrincante con gran valor y determinación a ganar.


El plan de lectura:
Salmos 9
Génesis 25-26
C O M P E T I C I Ó N
I Corintios 9:24


La competición es una cosa muy buena ya que induce a las personas a buscar grandeza y a vivir más allá de la mediocridad.  La Biblia está llena de ejemplos en los cuales la vida de fe es comparada a una competición atlética.  Uno de éstos se presenta a continuación.


En la primera carta a los Corintios, capítulo 9 y verso 24 dice, “¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero sólo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan.” ¡Como me gusta! Está dicho con tanta sencillez, “Corran, pues, de tal modo que lo obtengan.”


Tus entrenadores ya te han dado los lineamientos de cómo ganar el premio de hoy.  Ahora, tu parte es seguir su dirección y competir al máximo de tu habilidad.   Invierte todo lo que tengas y todo que eres en pos de la meta de tu equipo.


Mientras compites hoy, ¡hazlo de tal manera que ganen!  Esfuérzate a darle honra al Señor en todo que hagas.


El plan de lectura:
Mateo 4:1-11
Hechos 5:1-16
H A B L A R   D E  M Á S
Proverbios 10:19


Las frases provocadoras en el terreno de la competición se han vuelto cada vez más comunes en los últimos años.  ¿Cómo debemos los crisitianos enfocar esta situación?  Las escrituras están llenas de palabras sabias relacionadas con nuestro hablar.  Uno de ellos se presenta a continuación.


En Proverbios capítulo 10, verso 19 dice, “El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua.”

Mientras más hablamos, más aumentamos la posibilidad de hablar tonterías.  Probablemente tú conoces a alguien que habla demasiado y con ello provoca daños para él y para otros.  Esto es lo a lo que se refiere el proverbista cuando dice en otra versión “que no falta el pecado” o “mucho yerra”.  Inclusive los mejores de nosotros pecaremos con nuestra lengua si hablamos demasiado.



Contrariamente, cuando permanecemos en silencio en ciertas discusiones, mostramos una sabiduría fuera delo común.  Alguna gente habla cuando no hay nada que decir.  Haríamos bien si hablamos solamente cuando sea apropiado y cuando nuestros comentarios traigan bienestar a la situación “El que es sabio refrena su lengua”. 


Mientras oras hoy, pídele al Señor que guarde tu boca.  Pídele que te ayude a controlar lo que dices, cuando hablar y dónde hablar.


El plan de lectura:
Salmo 4
Génesis 12-14
E L   A I S L A M I E N T O
  Marcos 1:12-1 


¿Alguna vez te has sentido aislado, separado, desolado?  Aunque estés rodeado de gente, pudieras estar solo.  Jesús conocía esa sensación y podemos obtener valor y consuelo de su experiencia.



En el Evangelio de Marcos, capítulo 1, versículos 12 y 13 leemos de este evento, “En seguida el Espíritu lo impulsó a ir al desierto, y allí fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Estaba entre las fieras, y los ángeles le servían.”


Ahora, estoy seguro que ninguno de nosotros ha sido enviado alguna a vez a un desierto para que personalmente seamos zarandeados por Satanás; pero estoy seguro que todos hemos conocido la soledad.  Fíjate quiénes cuidaron a Jesús en su soledad, el texto dice que los animales salvajes estuvieron con él y que los ángeles le servían.


¿Quién está contigo en tus días solitarios?  Probablemente, tus compañeros.  ¿Quiénes te atienden cuando estás en tus momentos más bajos?  Probablemente tus amigos y familiares.  La soledad viene a todos; el punto es cómo lidiamos con ella.


Mientras te preparas para la competencia de hoy, apóyate en tus compañeros y equipo de entrenadores de la misma manera en que Jesús pudo haber dependido de esos ángeles que le servían.  Aun en los momentos más solitarios de esta temporada, busca consuelo y compañerismo de tus amigos y familia así como buscarías un oasis en un desierto.  Hoy compite fuertemente.



El plan de lectura:
Mateo 1:18-25
Hechos 2:1-21
C O R R E C C I O N
Proverbios 10:17

A nadie le gusta ser corregido por su entrenador o compañeros.  Todo el mundo tiende a pensar que su desempeño es al máximo en cada competencia.  El problema es, que la mayoría de nosotros nunca llegamos a ese nivel y por lo tanto necesitamos corrección.


En Proverbios capítulo 10, en el versículo 17 dice, El que atiende a la corrección va camino a la vida; el que la rechaza se pierde.



Probablemente todos hemos tenido compañeros de equipo quienes hicieron caso omiso a los consejos del entrenador.  Cuando el entrenador hablaba, ellos expresaban su acuerdo con él, sin embargo en la práctica volvían a hacer lo de siempre.  La escritura señala que al hacer esto no sólo se dañan a ellos mismos, sino a todo el equipo.

La promesa de este pasaje es que si escuchamos atentamente a la disciplina o a la corrección, mostraremos a otros el camino de la vida.  Cuando hacemos las correcciones dadas por nuestros entrenadores, padres, pastores, amigos o compañeros, proveemos un ejemplo rico de humildad y gracia a los que nos rodean.

Mientras oras hoy, pídele al Señor que te dé la gracia para atender la disciplina que te permita mostrarles a todos el camino a una vida rica, plena y abundante en Cristo Jesús.

El plan de lectura:
Mateo 10:1-20
Hechos 15:1-21
Salmo 23
Génesis 50
H U I R   Y   P E R S E G U I R
2 Timoteo 2:22


¿Puedes recordar un instante cuando un gran jugador fue descalificado de la competición debido a decisiones equivocadas tomadas fuera del campo?  Yo puedo pensar en docenas de casos.  ¿Qué supones que motivaron sus corazones para tomar decisiones tan erróneas?  Muchas veces es simplemente los deseos fuertes, destructivos de la juventud.  La escritura de hoy nos advierte sobre tales deseos.





En la segunda carta de Pablo a su amigo Timoteo, en el capítulo 2, versículo 22 leemos, “Huye de las malas pasiones de juventud, y esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio.”



No es necesario que dé un listado de los deseos de la juventud, probablemente tú ya tienes algunos en mente.  El punto es huir de ellos.  No sólo te quedes pasivamente junto a éstos, ésta es la manera más fácil de ser aplastado por tales cosas.


Más allá, hemos sido llamados a perseguir cuatro principios para vivir pura y sabiamente.  Permite que tu corazón puro persiga la justicia – haciendo lo que es correcto.  Persigue la fe –  confiando en Dios, tus entrenadores, tu equipo y tus amigos.  Persigue el amor –  buscando lo mejor para los demás, aunque tengas que pagar un precio alto.  Persigue la paz – trabajando para mantener tus relaciones abiertas y honestas.

Mientras te preparas para la competición de hoy, huye de los malos deseos que afectarán tu habilidad para competir bien y contribuir a la vida de tu equipo.  Busca las mejores cosas de la vida con un corazón puro.


El plan de lectura:
Mateo 9:27-38
Hechos 14
Salmos 22:12-31
Génesis 49
O R A C I ÓN
Isaías 59:1

¿Por qué cosas oras en tu vida deportiva?  ¿Hablas regularmente con Dios acerca de cada situación o sólo cuando las cosas se salen de control?  ¿Cuál clase de oración piensas que Dios oye mejor?  Mi respuesta puede sorprenderte. 

El profeta Isaías escribió acerca de la oración en el capítulo 59, versículo 1, donde leemos, “La mano del Señor no es corta para salvar, ni es sordo su oído para oír.”

Es emocionante para mí el conocer que Dios no discrimina entre mis oraciones más débiles de pánico y mis oraciones más serenas de acción de gracias.  Él claramente escucha a ambas.  Es  más, Él responde a ambas oraciones con su brazo poderoso de protección y liberación.

En la competición de hoy, invita al Señor en cada momento del juego.  Ora antes del juego, pidiéndole por su ayuda y protección.  Ora mientras la competencia llega al punto culminante, buscando su poder y sabiduría por excelencia.  Ora cuando el juego haya terminado, dándole gracias por el privilegio de haber competido y por la victoria o la derrota.

Dios está más que dispuesto a escucharte en el mejor momento o en el peor momento. 

El plan de lectura:
Mateo 9:14-26
Hechos 13:26-52
Salmos 22:1-11
Génesis 48
D I R E C C I Ó N
2 Tesalonicenses 3:5

¿Cuando es que tu corazón necesita dirección?  ¿Has sentido que te extravías o que vagas por la vida sin un rumbo?  Las escrituras de hoy les ayudarán a nuestros corazones a tener un mapa de carreteras de la vida.

En la segunda carta de Pablo a los Tesalonicenses, capitulo 3 y verso 5, el les dice, “Que el Señor los lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo persevero.”  Pablo tiene direcciones simples; dice que deberíamos ser guiados hacia el amor de Dios y a la perseverancia de Cristo. 

El amor de Dios es la fuente de cada cosa buena en la vida.  Todo lo que  nuestros corazones añoran puede ser encontrado en Él.  Déjalo dirigir tu corazón hacia tal amor, seguridad, paz y alegría. 

La perseverancia de Cristo va más allá de nuestras imaginaciones más desbordantes.  Él nos puede ayudar a superar el dolor de nuestras heridas, la decepción de nuestras  fallas, la pena de  la pérdida, el dolor de la soledad.  La perseverancia en Cristo nos permite hacer lo correcto aun cuando nuestros cuerpos y mentes gritan que debemos darnos por vencidos.

Durante la preparación para la competición de hoy, sigue a tu corazón porque Dios lo dirige hacia su amor y a la perseverancia de Cristo.  ¡Las mejores cosas en el deporte y la vida te están esperando!

El plan de lectura:
Mateo 9:1-13
Hechos 13:1-25
Salmos 21
Génesis 46-47
L A   V O L U N T A D   D E   D I O S
Marcos 3:35

¿Qué es lo que podemos hacer, nosotros como atletas cristianos, para tener una relación más íntima con el Señor? ¿Sigues algún estudio formal, algún libro para leer, o escuchas alguna cinta? ¿Qué cosas haces para caminar más cerca de Cristo?


En el evangelio de Marcos capítulo 3, versículo 35 Jesús dice, “Cualquiera que hace la voluntad de Dios es mi hermano, mi hermana y mi madre.” Jesús dice esto justo cuando su familia está fuera, para llevárselo a casa.  Ellos piensan que Él ha perdido la razón, por lo que necesita ayuda.


Jesús transforma el concepto acerca de quién es su familia más cercana cuando dice estas palabras poderosas.  Él dice que su familia más cercana la conforma aquéllos quienes hacen su voluntad.  Las personas con quienes Él no tiene una relación sanguínea pueden disfrutar una relación más profunda, más personal y más íntima con el Señor en una manera que ni siquiera los parientes pueden entender.

Unámonos con este grupo de gente con quien Jesús habló y seamos parte del círculo más íntimo del Señor.  Hagamos lo que Jesús dice que provoca tal relación.  Hagamos la voluntad de Dios.

Mientras tú horas hoy, pídele al Señor que te revele su voluntad para ti.  Pídele que haga tu relación con él más rica y más personal.

El plan de lectura:
Mateo 8:23-34
Hechos 12
Salmo 20
Génesis 44-45
S U P E R A N D O   L A   D I S E N S I O N
Proverbios 10:12

¿Parece tu equipo dividido algunas veces?  ¿Está la contienda entrometiéndose para separar a tus compañeros y acabar con la armonía?  ¿Cómo traer la sanidad a las relaciones y restauración al equipo?

En Proverbios capítulo 10, versículo 12 dice, “El odio es motivo de disensiones, pero el amor cubre todas las faltas.”  El odio parece una palabra tan fuerte para describir las cosas que vemos que están dividiendo a nuestros equipos.  La mayoría de la gente ni siquiera admite que odia a alguien.  Mira lo que está dividiendo a tu equipo y probablemente lo atribuyas al egoísmo, lo cual es simplemente una palabra suave para el odio.

La buena noticia es que hay solución.  De acuerdo a la escritura, el amor cubre todas las faltas.  No sólo algunas faltas, sino todas las faltas.  ¡Qué poderoso es el amor!  Es más, esto se mostró en la vida de Cristo; su amor por nosotros ha cubierto nuestras faltas para siempre y nos ha llevado a una relación eterna con Dios. 


El amor es la clave para las buenas relaciones en tu equipo.  Permite que el amor,   el dar sin reservas a los demás, contrarreste la disensión nacida del egoísmo. Permite que el amor gobierne tu conducta en el entrenamiento, en el terreno de la competición y en el salón de clase.  Cubre las faltas de tus compañeros amándolos y procurando su bienestar aun cuando el precio sea alto.                                                                                                                                        


Ora para que el Señor sane las divisiones en tu equipo y para que sean llenados con su amor.  Pídele al Señor que cubra las faltas cometidos por otros a través de su amor expresado a través de ti.

El plan de lectura:
Mateo 8:14-22
Hechos 11:19-30
Salmo 19
Génesis 42-43
U N I D A D
Hechos 4:32


Toma un momento para recordarte de algún equipo anterior el cual tenía una gran unidad.  ¿Cuáles serían las actitudes claves de donde esa unidad brotaba?  ¿Qué hacía que ese equipo fuera tan especial?  La escritura de hoy nos muestra algunas de esas actitudes que llevan a la unidad a un equipo.

En el libro de los Hechos capítulo 4, versículo 32 dice, “Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían.”  ¡Qué equipo!  Estas personas eran ganadoras!

Nota algunas cosas importantes de este grupo.  Tenían un solo sentir, esto es compartían los mismos valores dados por el Espíritu de Cristo.  Eran de un solo pensar, sus metas y las estrategias para alcanzarlas eran unificadas.  Compartían todo; sin egoísmo, buscando primeramente el bienestar de los demás.

Tu equipo puede alcanzar esta misma unidad.  Serán de un solo corazón cuando compartan los mismos valores.  Serán de una solo pensar cuando cada uno alinee sus metas personales con las del equipo.  Ustedes serán totalmente unificados cuando compitan sin egoísmo y antepongan el bienestar del equipo a deseos personales.

Mientras te preparas el día de hoy, pídele a Dios que unifique al equipo.  Comprométanse a ser de un solo sentir y pensar.

El plan de lectura:
Mateo 8:14-22
Hechos 11:19-30
Salmo 19
Génesis 42-43
C U I D A   T U  C O R A Z Ó N
Proverbios 4:23

¿A quíén le has dado tu corazón? ¿A un novio o novia? ¿A un amigo íntimo y confidente? ¿A un familiar? ¿Al Señor Jesús? ¡Ten cuidado!

En el libro de Proverbios capítulo 4, versículo 23 dice, “Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.” ¿Por qué el corazón de una persona tiene tanto valor para que la Biblia advierta que lo guardemos con toda diligencia?  El versículo dice que de él mana la vida  Lo que mantiene nuestras vidas frescas y limpias, como un manantial de agua, brota de nuestros corazones.  Si nuestros corazones están puros y limpios, podemos honrar a Dios con toda nuestra vida.  Sin embargo, si nuestros corazones están contaminados, todo lo que sale es sucio y carece de vida para dar frescura.

Entonces, ¿qué debemos hacer? Guarda tu corazón; ten mucho cuidado a quiénes escoges como amigos; ora para decidir con quién establecerás una relación de noviazgo; sé muy sobrio y seguro al momento de escoger a tu cónyuge.  Si tú comprometes la pureza de tu corazón por un amigo o para impresionar a alguien que amas, tú estás en riesgo de contaminar el manantial.

En el tiempo de oración de hoy, compromete tu corazón al Señor.  Pídele a Él que te ayude a guardarlo con toda diligencia y a mantener su pureza.

El plan de lectura:
Mateo 7:15-29
Hechos 10:24-48
Salmos 18:1-24
Génesis 39-40
A B A N D O N A D O
Marcos 15:33-34

¿Alguna vez te has sentido abandonado por tu equipo durante una competencia?  Buscas alrededor y te preguntas, “¿Dónde se fue todo el mundo? ¡Siento que me dejaron solo aquí!  Imagina cómo se sintió Jesús en el día más oscuro de su vida.

El día más oscuro se registra en Marcos capítulo 15, versos del 33 al 34, “Desde el mediodía y hasta la media tarde quedó toda la tierra en oscuridad. A las tres de la tarde Jesús gritó a voz en cuello: —Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? (que significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?")”.

Este fue el día más importante en la vida de Jesús.  Esta fue la culminación del propósito de su vida.  En este momento, Él había sido abandonado por sus discípulos, inclusive había sido traicionado por uno de ellos.  Lo peor de todo, es que se sintió abandonado por Dios.  A pesar de cómo se sentía, Él terminó totalmente su misión y honró a Dios hasta su último aliento.

Una competición a altos niveles no es siempre placentera.  Ciertamente no es siempre divertida.  Tú ocasionalmente sentirás que estás solo en la batalla.  No caigas en el desánimo y en la tentación de renunciar.  Tú podrías estar en el umbral de un rompimiento para ti y para tu equipo.

Compite fuertemente el día de hoy.  Sigue adelante a pesar de tus sentimientos y honra a Dios con tu vida deportiva.

El plan de leer:
Mateo 7:1-14
Hechos 10:1-23
Salmo 17
Génesis 37-38
A L E G R I A   Y    P A Z
Isaías 55:12


  ¿Cuál de éstos describe mejor tu estado mental en una competición: gozo y paz o ansiedad e ira?  Yo he conocido competidores en ambos campos y sé quiénes de ellos fueron más exitosos y mejores compañeros de equipo.


Isaías escribió estas palabras en el capítulo 55 y verso 12 “Ustedes saldrán con alegría y serán guiados en paz. A su paso, las montañas y las colinas prorrumpirán en gritos de júbilo y aplaudirán todos los árboles del bosque.

Aunque muchos deportistas realizan su deporte en enojo, llenos de ansiedad e ira; la escritura presenta otra alternativa.  Si vamos en gozo y somos dirigidos en paz, encontramos todo el curso de la vida más placentero y recibimos gran favor de aquéllos que nos rodean.

El gozo es simplemente estabilidad emocional.  Esto es más importante durante la competición mientras experimentamos los cambios inevitables que van de un equipo a otro.  Si vamos en gozo, tenemos la estabilidad emocional para reaccionar apropiadamente a cada situación que se levante.

La paz es la capacidad de estar calmado en el medio del caos y la confusión.  La competición está llena de momentos de confusión y a menudo somos vencidos por ésta.  La paz da la habilidad para mantener tu mente enfocada en tu asignación incluso cuando todo parece desmoronarse.

Mientras compites hoy, deja que la paz y el gozo gobierne tu corazón.  Ora para tener la capacidad de permanecer calmadazo y bajo control aun en situaciones caóticas.  Busca tener en ti el carácter de Dios del gozo para mantenerte emocionalmente a flote en medio de un mar turbulento de cambios.  Hoy compite con un corazón gozoso y lleno de paz.

El plan de lectura:
Mateo 6:25-34
Hechos 9:20-43
Salmo 16
Génesis 36
S A B I D U R Í A
1 Corintios 1:25

 Como atletas, a menudo estamos buscando una delantera sobre nuestros oponentes, algo que nos provea una ventaja y nos lleve a ganar.  Algunas veces creemos que alcanzar la victoria se trata de ser el más inteligente o el más fuerte.  La Biblia señala a alguien que supera tanto a una gran sabiduría humana como al poder de la fuerza física. 

En la primera carta de Pablo a sus amigos los corintos, en el capítulo 1 y verso 25 él dice,  “Pues la locura de Dios es más sabia que la sabiduría humana, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza humana.”  Existe una fuerza mayor de la que podamos medir en una sala de pesas; una velocidad mayor de la que podamos medir con un cronómetro; hay una sabiduría mayor de la que podamos medir con un título universitario o notas académicas.

Hay una fuerza y sabiduría disponible para nosotros que viene de otra dimensión, porque es la fuerza y sabiduría que viene de Dios.  Vive en esa dimensión hoy.

Pídele al Señor que te llene con su sabiduría, que te dé la habilidad de saber hacer lo correcto, de poder realizar lo mejor.

Juega con gran pasión y entusiasmo.  Usa la sabiduría y la fuerza del Señor para alcanzar la excelencia en el terreno de juego.

El plan de lectura:
Mateo 6:16-24
Hechos 9:1-19
Salmo 15
Génesis 34-35
R I E S G O   Y   P E L I G R O
Juan 13:34


¿Qué es la cosa más temeraria, peligrosa y arriesgada que alguna vez has hecho?  ¡Por favor no lo digas en voz alta!  Si tú dijeras que fue amar a tu familia, amigos y compañeros, estás pensando como Jesús.



En el Evangelio de Juan, capítulo 13 y versículo 34 leemos estas palabras retadoras, “Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros.”



Estas palabras son asombrosas por algunas razones.  Jesús las dice frente a Judas, quien esa misma noche iba a traicionarlo.  De igual forma, Él las habla a sus otros discípulos, sus compañeros de equipo, quienes horas más tarde iban a salir huyendo e inclusive, uno de ellos iba a decir que ni conocía a Jesús.  Su amor  fue arriesgado, pero muy profundo.


Tenemos el mismo reto y oportunidad que tuvieron los discípulos.  También nosotros podemos escoger amar a nuestros compañeros, entrenadores y familiares sin ninguna reserva; podemos amarles reflejándoles el amor de Jesús.  Un amor sin reservas no es seguro.  Un amor con esta clase de sacrificio no es barato.  Este es un amor con compromiso que no busca huir.  Estas cosas son las que nuestro equipo necesita, unidad y lealtad.

Mostremos un equipo unido y leal en la competición de hoy a medida que nos amemos como Jesús nos ama.


El plan de lectura:
Mateo 6:1-15
Hechos 8:26-40
Salmo 14
D O L O R
Marcos 14:35-36

¿Cuál área en tu deporte te es difícil o doloroso y que desearías que desapareciera? Quizás es una lesión insistente, el dolor de la pérdida o relaciones conflictivas con tus entrenadores o compañeros.  Cualquiera de estas situaciones puede arrancar el gozo de tu vida.

Jesús enfrentó una situación similar, pero las consecuencias fueron mucho más graves.  En Marcos capítulo 14, versículos 35 y 36, leemos, “Yendo un poco más allá, se postró en tierra y empezó a orar que, de ser posible, no tuviera él que pasar por aquella hora.  Decía: Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo,  pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.”


En su última noche en la tierra, Jesús vio cara a cara a la muerte y supo que moriría en menos de 24 horas, así que tal y como cualquiera de nosotros  lo hubiera hecho, Él pidió evitarse ese dolor y sufrimiento.  Menos mal que Él tuvo la autodisciplina de rendir su voluntad a Dios.


Mientras enfrentas tus dolores diarios, busca la voluntad de Dios en los problemas de la vida.  No niegues tus sentimientos o escondas tus heridas, Dios sabe que esto es doloroso.  Habla con Él sobre ello y comprométete a ti mismo en sus propósitos.


En la competencia de hoy, ten la misma actitud hacia al dolor y sufrimiento que Jesús tomó y sigue adelante alcanzando tus metas pese a todo lo que estés enfrentando.

El plan de lectura:
Mateo 5:33-48
Hechos 8:1-25
Génesis 31
T R A I C I O N
Marcos 14:17-19

¿Alguna vez te has sentido traicionado por un entrenador o un compañero?  Quizás le compartiste confidencialmente algo y esto fue divulgado.  Esos sentimientos de traición duelen profundamente.  Imagínate que esa traición te llevara a tu muerte.  Este fue el caso en la vida de Jesús.

Leemos en Marcos capítulo 14, versículos del 17 al 19, acerca de cómo Jesús maneja una traición que ni siquiera había ocurrido todavía  “Al anochecer llegó Jesús con los doce.  Mientras estaban  sentados a la mesa comiendo, dijo: —Les aseguro que uno de ustedes, que está comiendo conmigo, me va a traicionar. Ellos se pusieron tristes, y uno tras otro empezaron a preguntarle: — ¿Acaso seré yo?”

Los 12 compañeros de equipo de Jesús estaban todos juntos en una reunión similar a lo que sería una cena antes de un partido, cuando Él deja caer una bomba en el grupo al decirles que sabía que alguien de ellos lo traicionaría.  Qué curioso que cada uno de ellos le preguntara, “Acaso seré yo?  Pero esto tiene sentido cuando consideramos que cada uno de ellos estaba completamente consciente de que él tenía la capacidad, dado las circunstancias.
 
Estos hombres sabían que una traición era fácil, pero la lealtad era difícil.  Es fácil traicionar una confidencia y empezar a murmurar o darle la espalda a nuestros compañeros.  Es mucho más difícil el ser leal en tiempos duros y llevarse con los compañeros de equipo aún cuando ellos están teniendo un pobre desempeño.


Mientras te preparas para la competencia de hoy, sé leal como Juan.  No traiciones a tus compañeros como Judas; mejor prepárate a amar extravagantemente, como Jesús.

El plan de lectura:
Mateo 5:21-32
Salmo 12
Génesis 29-30
C O N F I A N Z A
Proverbios 3:5-6

Mientras competimos, se requiere de todos nosotros una gran confianza.  Hay momentos en los que debemos confiar en nuestros entrenadores, en nuestros compañeros de equpo e incluso en nuestras habilidades.  La persona más segura en quien se puede depositar nuestra confianza es ciertamente el Señor Jesús.


En Proverbios capítulo 3, versículos 5 y 6 dice, “Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia.   Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.”

En una competición siempre hay aspectos que están más allá de nuestro control, así como cosas que están más allá de nuestro conocimiento.  En lugar de aprender en base a nuestro comprensión, esta escritura nos guía a apoyarnos en el entendimiento del Señor.  Él es el Creador del universo y ciertamente tiene el suficiente conocimiento para la competición de hoy.  El llamado es para confiar en ÉL con todos nuestros corazones.  Así es que comprometámonos con todo a Él y apóyemonos completamente en su entendimiento y amor para nosotros.

Que tu oración de hoy sea para comprometerte sin reservas delante de tu Señor Jesús.

El plan de lectura:
Hechos 7:1-38
Salmo 11
Génesis 27-28
V A L O R   Y    F O R T A L E Z A
2 Tesalonicenses 2:16

¿Quiénes son las personas en sus vidas que alientan su corazón y los fortalecen para hacer el bien?  Toma un momento para recordar sus rostros, sus palabras de ánimo y sus presencias fortalecedoras.  ¿Qué si fuera Dios el que estuviera en esa lista?



En la segunda carta de Pablo a sus amigos en Tesalónica, en el capítulo 2, versículos 16 y 17 leemos, “Que nuestro Señor Jesucristo mismo y Dios nuestro Padre, que nos amó y por su gracia nos dio consuelo eterno y una buena esperanza, los anime y les fortalezca el corazón, para que tanto en palabra como en obra hagan todo lo que sea bueno.”  La oración de Pablo por sus amigos era para que ellos fueran animados y fortalecidos.




El ser alentado es obtener una transfusión de valor para tu corazón.  Repentinamente, posees más confianza y esperanza con la situación que enfrentas.  El ser fortalecido es como cuando alguien te ayuda con la última repetición en la sala de pesas, el cumplimiento de la tarea se facilita en gran manera.




Esta es mi oración para ti también, que puedas ser animado en cada hecho y palabra; que tus dichos y tu comportamiento reflejen la fortaleza interna de tu corazón. 
Prepárate para la competición de hoy con valor y fortaleza.

 
El plan de lectura:
Mateo 5:1-12
Hechos 6
Salmo 10
D E T E R M I N A C I Ó N
Isaías 50:7

 Alguna vez has conocido a un competidor  que parecía tener una voluntad inquebrantable para vencer?  Una vez que él hubiera puesto su mente en una meta, no la removería por ninguna causa.  A lo mejor tú eres así.  Muchos de los grandes competidores son así.


En el libro profético de Isaías en el capítulo 50, verso 5 leemos acerca de la actitud de determinación, “Por cuanto el Señor omnipotente me ayuda, no seré humillado.  Por eso endurecí mi rostro como el pedernal,  y sé que no seré avergonzado”  Algunos de nosotros estamos tan comprometidos con nuestras metas, que en el día del juego, nuestros rostros parecen que han sido tallados de una piedra.  Nuestra determinación es tan fuerte que no podemos ser perturbados por ruidos o distracciones externas.


A pesar de que Isaías estaba expuesto a una posible vergüenza, él siguió adelante en pos de sus metas.  Él lo hizo porque tenía una confianza profunda en Dios y podía sentir su ayuda día tras día.


Mientras compites hoy y mientras sigues adelante hasta terminar esta temporada, pon tu rostro como un pedernal.  Enfócate fuertemente en las metas de tu equipo y no permitas que nada te disuada de su cumplimiento.  Confía en tus compañeros de equipo, tu equipo de entrenadores y finalmente confía en que tu Dios te ayuda  en esta maravillosa búsqueda. 

El plan de lectura:
Mateo 4:18-25
Hechos 5:17-42
Génesis 24
V A L O R
1 Crónicas 28:20

Algunas veces pareciera como que nuestro arduo trabajo y compromiso son en vano.  Hay momentos que nos cansamos y desanimamos.  La Biblia trata directamente acerca de estos interrogantes y temores.



En el Antiguo Testamento hay un libro histórico llamado Primero de Crónicas, en el capítulo 28, versículo 20 dice, “Además, David le dijo a su hijo Salomón: «¡Sé fuerte y valiente, y pon manos a la obra! No tengas miedo ni te desanimes, porque Dios el Señor, mi Dios, estará contigo. No te dejará ni te abandonará hasta que hayas terminado toda la obra del templo.”  Este fue un momento crucial en la historia de la nación de Israel; igualmente, tú estás en un tiempo importante en la historia de tu equipo.




Es cierto que la temporada anterior te trajo adversidad, pudiéndote haber ocasionado desánimo, mas toma aliento de las palabras del rey David a su hijo Salomón.  No tengas miedo ni te desanimes, sino sé fuerte y valiente y no pares hasta que hayas terminado la obra.  Enfócate en la tarea por venir y todas las distracciones se disiparán.




Lo que hace todo esto posible en nosotros, es exactamente lo mismo que funcionó en David y Salomón.  Es la firme seguridad que Dios el Señor, mi Dios está contigo.  Es la fuente de la gran fuerza.  Permite que la certeza del amor de Dios  y de su cuidado para contigo traigan fortaleza y valentía; tanto individual como colectivamente.

 
El plan de lectura:
Mateo 4:12-17
Salmo 8
Génesis 21-23
C O N O C I M I E N T O
Proverbios 1:7

Todo aquél que compite necesita conocimiento.  Cada uno de nosotros nececitamos conocer nuestro juego, nuestras posicones y el plan de juego.  Es importante saber otra serie de cosas que son todavía más vitales en la vida y que van más allá de un deporte.



En el libro de Proverbios en el capítulo 1, versículo 7 encontramos el tema general de todo este libro, “El temor del Señor es el principio del cononocimiento; los necios desprecian la sabiduria y la disciplina”.



La mayoría de la gente cuando escucha la frase, “el temor del Señor”, piensan en el temor a la muerte; que de algún modo el Señor puede enojarse con ellos y matarlos.  Sin embargo, este proverbio se refiere a la admiración reverencial que profundamente respeta a Dios y escucha su sabiduría.




Es más, se dice que este profundo respeto es el principio de la sabiduría y del conocimiento.  ¡Es aquí donde comienza el verdadero conocimiento!  Por lo tanto, es entendible el porqué Dios se refiere a la gente que rechaza este principio como necios.  Y es que sólo un necio despreciaría la fuente verdadera de la sabiduría y la instrucción.



Mientras oras y te preparas para la competicón de hoy, pídele al Señor que te llene con el conocimiento verdadero.  Pídele que te dé su sabiduría e instrucción.  Todo esto comienza con un respeto sano, profundo hacia el maravilloso Señor de la Creación…. Jesucristo.
 
El plan de lectura:
Hechos 4:23-27
Salmo 7
Génesis 18-20
O P O R T U N I D A D
Marcos 14:3-7


¿Puedes recordarte de un tiempo cuando las cosas iban tan bien en tu deporte que no querías que terminaran?  Tú deseabas que esa sensación de triunfo durara por largos días, pero rápido desaparecía.  Jesús tuvo días similares de los cuales podemos leer.




En Marcos capítulo 14, versículos del 3 al 7 leemos, “En Betania, mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Simón llamado el leproso, llegó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy costoso, hecho de nardo puro. Rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús.  Algunos de los presentes comentaban indignados:    —¿Para qué este desperdicio de perfume? Podía haberse vendido por muchísimo dinero] para darlo a los pobres.  Y la reprendían con severidad. —Déjenla en paz —dijo Jesús—. ¿Por qué la molestan? Ella ha hecho una obra hermosa conmigo. A los pobres siempre los tendrán con ustedes, y podrán ayudarlos cuando quieran; pero a mí no me van a tener siempre.”




Enfócate en las palabras, “A los pobres siempre los tendrán con ustedes, y podrán ayudarlos cuando quieran; pero a mí no me van a tener siempre” y recuerda los mejores momentos de tu carrera atlética.  Piensa qué preciosos son esos sentimientos y recuerdos para ti.  Ahora cuando reconozcas un momento así, adopta la filosofía de Jesús y exprime hasta la última gota de bien de él.  Cuando llegue otra gran victoria, quédate allí tanto como puedas; saborea el momento y medita en su significado.  Paga cualquier precio para disfrutar cada gota de su valor y aroma; lo que sea necesario, las cosas mundanas de la vida están siempre allí, pero momentos como éstos son fugaces y pocos.  Reconócelos y disfrútalos al máximo.  Compite bien este día y puede ser que hoy consigas crear un momento así. 


El plan de lectura:
Mateo 3:13-17
Hechos 4:1-22
Salmo 6
Génesis 15-17
D I S C I P L I N A
Proverbios 3:11-12

  ¿Cuántos de nosotros diríamos que tenemos un padre ideal? ¿Quién tiene un padre sin fallas o inconsistencias?  Dios es esa clase de Padre.



 En Proverbios capítulo 3, versículos 11 y 12 leemos, “Hijo mío, no desprecies la disciplina del Señor, ni te ofendas por sus reprensiones.  Porque el Señor disciplina a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido.”




La mayoría de nosotros sabemos lo que es ser disciplinados por nuestros entrenadores, disciplina que si no es comprendida, pudiera ser despreciada.  Nuestros padres nos reprendían cuando hacíamos cosas insensatas cuando éramos niños y muchos pudimos habernos resentido por ello.  No sé cuántas veces me pregunté si mi entrenador estaba loco cuando nos hacía correr dando vueltas por las malas jugadas realizadas durante la práctica.  En ese momento rechazamos esa disciplina, pero a medida que crecimos en nuestro deporte, nos dimos cuenta de la sabiduría en esa corrección.




Este mismo principio se aplica a la vida en una escala mayor.  Dios amorosamente corregirá a aquéllos a quienes ama.  Él no se sentará pasivamente para dejarte que te destruyas a ti mismo.  Él nos corregirá, nos disciplinará y algunas veces nos castigará.   Ten mucho cuidado en no despreciar su corrección, la cual es para tu beneficio y es motivada por su profundo amor para ti.



En la competición de hoy, no deseches la corrección y disciplina del equipo de entrenadores.  En la medida que trabajemos juntos, seremos mucho más exitosos de lo que hemos soñado. ¡Ten un grandioso día y compite como un  campéon!
 
El plan de lectura:
Mateo 3:1-12
Hechos 3
Salmo 5
L E A L T A D
2 Corintios 7:3

¿Cómo te llevas con tus compañeros cuando su desempeño está al máximo?  Probablemente los felicitas, los ves a los ojos, pasas tiempo con ellos y hasta los abrazas.  ¿Pero qué cuando ellos andan en sus peores días?  Los ignoras, los evitas y hasta huyes de ellos.  ¿Qué te dice tu corazón que hagas?



En la segunda carta de Pablo a sus amigos en Corinto, en el capítulo 7, verso 3,  él escribió, “No digo esto para condenarlos; ya les he dicho que tienen un lugar tan amplio en nuestro corazón que con ustedes viviríamos o moriríamos.”  Aun en las circunstancias tensas y desagradables como las que experimentaron los corintios, debemos ser fieles a nuestros compañeros de quipo, amigos y familia.

Un compañero fiel no se alejará de aquél que ha fallado o que ha perdido aceptación.  Nuestros compañeros de equipo deben ocupar puestos de honor y aceptación en nuestros corazones, de tal forma que creamos lo mejor acerca de ellos y busquemos su máximo bienestar aunque implique un costo personal.  Más bien, una persona leal correrá y abrazará su compañero caído.

En su mejor día, en el día del honor, respétalo y abrázalo; él es digno de esto.  En su pero día, hónralo, respétalo y abrázalo; él es digno de esto.

Mientras oras preparándote para la competencia de hoy, pídele a Dios que llene tu corazón con compromiso y lealtad hacia tus compañeros de equipo.  En la victoria o en la derrota, en la vida o en la muerte, sé un compañero leal y amigo.

Plan de Lectura:
Mateo 2:13-23
Hechos 2:22-47
Génesis 9-11