D E S V E N T A J A
I Samuel 17:48-50
¿Qué es la peor desigualdad en un partido que has experimentado? ¿En cuál lado estabas? ¿Eras el favorito a ganar o no? ¿Cómo fue el resultado del juego?
Leemos de tal conflicto en Primera Samuel, capítulo 17 y versículos 48 al 50, “En cuanto el filisteo avanzó para acercarse a David y enfrentarse con él, también éste corrió rápidamente hacia la línea de batalla para hacerle frente. Metiendo la mano en su bolsa sacó una piedra, y con la honda se la lanzó al filisteo, hiriéndolo en la frente. Con la piedra incrustada entre ceja y ceja, el filisteo cayó de bruces al suelo. Así fue como David triunfó sobre el filisteo: lo hirió de muerte con una honda y una piedra, y sin empuñar la espada.”
Esta historia nos muestra uno de la más grandes desigualdades – el desamparado, el pequeño hombre, David – mata al favorito – el gigante, el filisteo, con la honda y una piedra. Nótese la actitud de David en la competición, corrió rápidamente hacia la línea de combate para encontrarse con el gigante. No hubo temor, ni duda, ni intimidación. Estaba listo y dispuesto a dar su mayor esfuerzo.
Mientas compites hoy, deshazte de cualquier temor o intimidación que tal vez sientas ante el contrincante.
Compite con la confianza, lanza la piedra, mata al gigante y entonces corta su cabeza grande y fea.
Leemos de tal conflicto en Primera Samuel, capítulo 17 y versículos 48 al 50, “En cuanto el filisteo avanzó para acercarse a David y enfrentarse con él, también éste corrió rápidamente hacia la línea de batalla para hacerle frente. Metiendo la mano en su bolsa sacó una piedra, y con la honda se la lanzó al filisteo, hiriéndolo en la frente. Con la piedra incrustada entre ceja y ceja, el filisteo cayó de bruces al suelo. Así fue como David triunfó sobre el filisteo: lo hirió de muerte con una honda y una piedra, y sin empuñar la espada.”
Esta historia nos muestra uno de la más grandes desigualdades – el desamparado, el pequeño hombre, David – mata al favorito – el gigante, el filisteo, con la honda y una piedra. Nótese la actitud de David en la competición, corrió rápidamente hacia la línea de combate para encontrarse con el gigante. No hubo temor, ni duda, ni intimidación. Estaba listo y dispuesto a dar su mayor esfuerzo.
Mientas compites hoy, deshazte de cualquier temor o intimidación que tal vez sientas ante el contrincante.
Compite con la confianza, lanza la piedra, mata al gigante y entonces corta su cabeza grande y fea.
El plan de lectura:
Marcos 6:45-56
1 Corintios 11:17-34
Salmo 87
Jueces 10-12
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