R E S P E T O
Marcos 6:4


¿Cuánto respeto recibes cuando vuelves a tu ciudad natal?  ¿Entienden tus amigos y familia en quien te has convertido?  Jesús sabía que en nuestra ciudad natal no recibimos automáticamente el respeto que merecemos.  Era lo mismo para Él en su época.

Leemos acerca de esto en Marcos capítulo 6 y versículo 4 donde dice, “En todas partes se honra a un profeta, menos en su tierra, entre sus familiares y en su propia casa.” Aun para Jesús, el Hijo de Dios, esta verdad se aplicó en su vida.     

Pudieras ser el jugador del año, estar en el salón de la fama, ser el jugador más importante del equipo y de todos modos, la gente de tu ciudad va a seguir viéndote como el chico de la escuela.  Tu familia te seguirá reconociendo como el hijo de tus padres.  Parecerá este trato un poco irrespetuoso y pudiera ser frustrante el soportarlo.

¿Qué debemos hacer cuando esto nos sucede?  Sé quien eres y no preocuparte por ello.  Es natural que piensen así.   A menudo, la gente de tu hogar no lo entiende.  En vez de molestarte por ello, tómalo como tu secreto.  Quiérelos y relaciónate con ellos de una manera que pueden entenderlo.  Tarde o temprano, se darán cuenta quien eres y te darán el respeto que mereces.

Mientras compites hoy, hazlo de una manera que te haga digno de tal respeto y dales a las personas de tu ciudad un motivo para estar orgullo.  Sobre todo, compite de una manera que te haga merecedor del respeto de Dios.


El plan de lectura:
1 Corintios 5
Salmo 77

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