S U E ñ O S   C U M P L I D O S

Salmo 126:1-3

Toma un momento para acordarte de un tiempo en el cual se cumplieron tus sueños deportivos.  Tal vez fue cuando ganaron el campeonato, le ganaron a un contrincante, o recibiste un premio individual.  Hoy, la Biblia nos comparte una mirada poética a los sueños cumplidos.

Los versículos del 1 al 3 del salmo 126 dicen, “Cuando el Señor hizo volver a Sión a los cautivos, nos parecía estar soñando.  Nuestra boca se llenó de risas; nuestra lengua, de canciones jubilosas.  Hasta los otros pueblos decían: «El Señor ha hecho grandes cosas por ellos.»  Sí, el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros, y eso nos llena de alegría.”

El escritor se acordaba regresar a casa después de una ausencia prolongada.  Era casi demasiado bueno para creerlo, era como un sueño.  Él se acordaba de la risa y de los cantos gozosos de sus amigos y familia.  Los pueblos de los países vecinos estaban sorprendidos.  Pero más que todo, él recordaba la fuente de estas bendiciones.

Es tan emocionante cuando se cumplan los sueños y alcanzamos nuestros objetivos.  Nuestras bocas se llenan de risa y nos regocijamos en todas las victorias.  Aquéllos que te miran competir también se unen en la diversión.  Ocasionalmente, aun nos acordamos de agradecerle a la fuente de todo lo que es bueno…Dios. 

Durante la competición de hoy, pon tu mejor esfuerzo para que se cumplan tus sueños y alcances tus objetivos.  No seas sorprendido cuando las personas comentan como lo hicieron en el salmo, “El Señor ha hacho grandes cosas por ellos.”  Puedes repetir sus comentarios en oraciones de alabanza con una sonrisa amplia.

El Plan de Lectura Bíblica:

Salmo 103

1 Samuel 21-23