C O M P A S I Ó N

Salmo 103:13-14

¿Te has sentido alguna vez como si tus entrenadores o compañeros esperaban más de lo que eras capaz de dar?  ¿Cómo manejas expectativas que  parecen irrazonables?  ¿Qué crees que espera Dios de nosotros?

En el Salmo 103 y versículos 13 y 14, empezamos a entender cómo Dios templa sus expectativas sobre nosotros.  Allí se lee, “Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.  Él conoce nuestra condición; sabe que somos de barro.”

Dios sabe exactamente de qué estamos hechos y en consecuencia, es muy compasivo con nosotros.  Esto es una buena noticia.  Nos cuida amorosamente como lo haría el mejor papá.  Confía en Él.

En el mundo del deporte, entrenadores, compañeros, padres, los medios de comunicación y otros pudieran proyectar expectativas que te parecen inconcebibles.  Si realmente les importas, también tendrán compasión y sabrán lo que es verdaderamente razonable.  En ellos puedes confiar también.

Mientras te preparas para competir hoy, examina tus propias expectativas y las de tus compañeros y entrenadores.  Pon tu mejor esfuerzo para cumplir cada una de ellas.  Descansa con la certeza de que aquéllos que están más comprometidos contigo, serán los que también comprenderán si estas expectativas no son alcanzadas.  Ellos saben de qué madera estás hecho y te aman totalmente.

El Plan de Lectura Bíblica:

Marcos 15:33-41

Gálatas 5:1-12

Salmo 116

2 Samuel 20-21