T E R M I N A D O
Juan 19:30

 ¿Quién es el mejor jugador que has visto que termine un juego?  ¿Quién es el mejor en cumplir la temporada con fuerza y entrar con energía y determinación?  Jesús también sabía cómo terminar las cosas bien.

 Lo leemos en el evangelio de Juan en el capítulo 19 y versículo 30.   Dice, “Al probar Jesús el vinagre, dijo:  —Todo se ha cumplido.   Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.”

Aquí esta una lista de personas que cumplieron las cosas bien: Joe Montana tiene la pelota y faltan menos que dos minutos del juego… él lo cumplió bien.  Michael Jordan de los Bulls tira en el momento final… él lo cumplió bien.  Michael Johnson hizo la carrera hacia la línea de llegada en la carrera de 400 metros en las olimpiadas… él lo cumplió bien.  Jesús era una persona cumplidora más que cualquier de estas personas.

Él está por morirse en la cruz y con fuerza, Jesús exclama, “Todo se ha cumplido.”  Él cumplió todo lo que vino a hacer.  Él ha cumplido cien por ciento  los objetivos de su vida.

Seamos como Jesús y cumplamos bien en la competición de hoy.  No dejemos o cedamos hasta que se cumpla el último juego del partido.  Les daremos honra con nuestro esfuerzo a ambos, a Dios y a nuestro equipo.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 11:17-37
1 Juan 3:19-24
R E S P E T O
1 Pedro 2:17

 ¿Qué es lo que hacen los jugadores con frecuencia que es un gesto genuino de respeto?  Te he visto hacer comentarios animados a un jugador tras una buena jugada. 

Unos jugadores hacen un gesto de aprobación a un compañero después de hacer un buen pase.  Quizá sea un saludo con un movimiento de cabeza.  ¿Cómo podemos darles el debido respeto a nuestros compañeros, entrenadores, contrincantes y aun a los árbitros?  ¿Por qué nos importa esto? 

 Pedro entendió el valor en darles la honra y el debido respeto a personas y lo habla en el capítulo 2 y versículo 17 de su primera carta, “Den a todos el debido respeto: amen a los hermanos, teman a Dios, respeten al rey.”

Ciertamente hay muchas maneras de darles respeto a tus compañeros durante el curso del partido.  Pedro nos reta a aprovechar todas estas cosas.

Cuando Pedro nos dice que debemos respetar al rey, pensamos en darles respeto a los que tienen autoridad en nuestro equipo.  Por eso es que honramos a los entrenadores, a los árbitros y a nuestros padres.  En esta escritura, se encuentra una declaración que alimenta las demás, temer a Dios.  Temer a Dios significa tener el sobrecogimiento reverente y el respeto por Él.  Cuando damos el respeto al Creador del universo, es un poco más fácil darle honra a cualquier autoridad bajo Él que esté en nuestras vidas.

Cuando compitas hoy, dales honra a todas las personas, incluso los espectadores y los jugadores de reserva del otro equipo.  Ama a los hermanos, a tus compañeros con todo corazón.  Teme a Dios, dale el debido respeto.  Honra al rey, manténgase en orden y muestra el debido respeto a los que tienen responsabilidad por tus acciones y actitud.

El Plan de Lectura Bíblica:
Job 10
Ezequiel 31-32
E J E C U C I Ó N
Juan 13:17

 ¿Qué es mejor: conocer todas las jugadas o ejecutar uno de esos juegos con perfección?  Creo que lo sabes y hoy escucharemos que Jesús habla de que es mejor ejecutar que saber.

 Podemos escucharlo cuando leemos Juan capítulo 13 y verso 17, “¿Entienden esto? Dichosos serán si lo ponen en práctica.”

 Esta declaración viene directamente de Jesus poco después de que él le había lavado los pies a cada uno de sus discípulos.  Ellos ciertamente pensaban que era una buena idea, pero ahora El les dice que es más importante hacerlo que tan sólo saberlo.

 Es igual con tu equipo.  La alegría del jugar de un buen equipo es ejecutar, no sólo saber el libro de las  jugadas.  Hay que anotar para ganar.  Hay que ejecutar el juego para tener la oportunidad de marcar.  Conocer sólo las jugadas nunca resultará en una anotación.  Saber el libro de juegos jamás resultara en un gol, el juego no se realiza en papel.  De hecho, tú y tus compañeros tienen que ejecutar el juego.  Realizarlo es clave.

 En la competición de hoy, toma su conocimiento del libro de juegos y ponerlo en práctica.  Haz unas jugadas.  Ejecuta cada juego con disciplina y pasión.  Esto conlleva el trabajo en equipo, la victoria, y la diversión.
El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 9:13-25
1 Juan 2:1-11
T R O F E O S
1 Juan 2:17

¿Qué parte de este deporte permanece?  ¿Los premios ganados, los campeonatos, los trofeos o las medallas?  Probable que no.  ¿Y las amistades, los recuerdos, y los retos de carácter que acompañan a las competiciones?  Muchos aspectos del juego pasan con rapidez.

El apóstol llamado Juan escribió sobre el carácter pasajero del mundo en su primera carta en el capítulo 2 y verso 17.  Allí leemos, “El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”

Aun los anillos y los trofeos de campeonatos y los trofeos se deslustran con el pasar de tiempo.  Como dice Juan, el mundo se acaba.  También dice que los malos deseos fallecen con el mundo.  También es cierto.  Aun los deseos fuertes decaen al final.

Como la persona que hace la voluntad de Dios, las partes más sabias y nobles del juego reportan beneficios en nuestras vidas por décadas y aun más allá de la tumba.  Los retos de carácter y las amistades fieles que desarrollamos a través de la carrera atlética, forman nuestras vidas.

Pon todo el corazón en la competición de hoy.  Comprométete totalmente a tus compañeros y entrenadores, eso es la voluntad de Dios hoy.   Al hacerlo, dejarás una huella en tu alma que perdura y una inversión permanente en cada compañero.

El Plan de Lectura Bíblica:
Job 5
Ezequiel 20-21
E J E M P L O S
Juan 13:13-15

¿Mientras aprendías los fundamentos de tu deporte, cuán importante es tener   un ejemplo que mirar?  ¿Cuán valioso es mirar un video de jugadas bien ejecutadas?  ¿Cuán valioso es tener jugadores experimentados para demostrar la técnica apropiada y las destrezas para jugar con excelencia?  Estos conceptos no son nuevos en el atletismo ni a la vida en general.  Jesús habla de este asunto en la carta de hoy.

Podemos escuchar a Él en Juan capítulo 13 y versículos 13 al 15, “Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy.   Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros.  Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.”

Los discípulos de Jesús recién habían experimentado que Jesús le lavara los pies, uno por uno.  Más que hablar del servicio y la humildad, Jesús lo realizó y lo vivió, proveyéndoles así con un ejemplo.

Este es la mejor manera para que los entrenadores y los dirigentes del equipo enseñen los valores que guiarán a su equipo.  Dirigir con las acciones habla más fuerte que mil horas de palabras.

En la competición de hoy, dirige con tus acciones, aun más que con tu palabra.  Si quieres jugar fuerte, juega con fuerza.  Si quieres el ánimo del banquillo, tú tienes que empezarlo.  Si quieres que tus compañeros jueguen sin reservas, tú tienes que hacerlo primero para fomentarlos.  Aprenderán lo mejor cuando  lo experimenten.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 8:1-11
2 Pedro 2:10-16
A U T O R I D A D
Hebreos 13:17

¿Quién tiene más autoridad en tu equipo, el estudiante en su primer año o el entrenador en jefe?  Bueno, debe ser obvio… ¿O el nuevo asistente graduado versus el que ha sido capitán del equipo por cinco años?  Eso es un poco más duro.  Consideremos este asunto al pensar en este versículo.

En Hebreos capitulo 13 y verso 17 leemos, “Obedezcan a sus dirigentes y sométanse a ellos, pues cuidan de ustedes como quienes tienen que rendir cuentas. Obedézcanlos a fin de que ellos cumplan su tarea con alegría y sin quejarse, pues el quejarse no les trae ningún provecho.”

El escritor usa dos palabras las cuales le parecen difíciles a los competidores que son independientes y con caracteres fuertes.  Obedecer y someterse.

Obedecer -- ¿Por qué?  Porque nuestros entrenadores y líderes del equipo no sólo son responsables por sus propias acciones y actitudes sino también por las del equipo entero.  Les debemos obediencia por su inversión increíble en nosotros y la gran responsabilidad que llevan.

Someternos -- ¿Por qué?  Porque ellos tienen que dar cuentas a las personas como a la administración, a los padres, a los exalumnos, a la prensa y a todos que se toman por expertos del deporte.  Nuestros líderes necesitan que nos mantengamos alineados, para que sus vidas estén llenos de alegría en vez de  llanto.

Trabajemos juntos en la competición de hoy y llevemos alegría al liderazgo del equipo.  Sacaremos lo más provecho por eso.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 13:31-38
Jude 17-25
Job 22
Daniel 10-12
P R O D U C T I V I D A D
Juan 12:24-25

 ¿Qué parece ser más productivo, la fuerza y la autosuficiencia o el sacrificio y la interdependencia?  La respuesta parece fácil al ojo natural, pero Jesús habla de la productividad sobrenatural.

 En Juan capítulo 12 y versículos 24 y 25 leemos, “Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto. El que se apega a su vida la pierde; en cambio, el que aborrece su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna.”

 Jesus sabía algo que los egoístas y los independientes no saben nada.  El sabe que el protegerse sólo lleva a la soledad y al aislamiento.  También él sabe que el sacrificarse da a una vida nueva y multiplicación de esfuerzo.

Es igual con tu equipo.  Si siempre es “mi juego, mi posición, mi posesión, mis minutos,” te va a aislar de tus compañeros bien rápido.  Sin embargo, si te sacrificas, si rindes tus preferencias a servir a lo demás, eso resultará en una vida rica y una influencia tremenda.

 Líderes excelentes y entrenadores siempre ceden sus vidas por sacrificarse y servir a sus equipos.  Al actuar así, cosechan los beneficios de tener un equipo unido y de tener un fuerte conjunto de buenos jugadores.  Seamos tales líderes y jugadores hoy.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 13:18-30
Judas 8-16
Job 21:22-34
Daniel 9
E L  L I D E R A Z G O   D E L   E Q U I P O
Hebreos 13:7

 ¿Cuánto valoras el liderazgo de tu equipo?  ¿Imitarías su comportamiento dentro y fuera del campo de competición?  Pensemos juntos en el liderazgo del equipo.

El libro de Hebreos, en el capítulo 13 y verso 7, nos habla del liderazgo.  Leemos, “Acuérdense de sus dirigentes, que les comunicaron la palabra de Dios. Consideren cuál fue el resultado de su estilo de vida, e imiten su fe.”

Para evaluar el liderazgo, se debe ver el resultado de tal conducta. ¿Cuáles son las consecuencias de sus decisiones o su comportamiento?  ¿Si la persona sigue por el mismo camino, como ha resultado su vida?  Eso quizá te ayude a determinar lo que debes imitar.

Si eres el líder del equipo, considera detenidamente tu propia vida.  ¿Es una vida que quieres que la imiten los jugadores mas jóvenes?  Si eres uno de esos jugadores más jóvenes, considera detenidamente con quién pasarás tiempo y cuyas maneras de ser debes emular.

Vivamos de tal manera que les damos a nuestros compañeros buenos ejemplos a seguir en el campo de la competición hoy.  Las grandes jugadas y un esfuerzo valiente son contagiosos.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 13:12-17
Judas 1-7
Job 21:1-21
Daniel 7-8
L I B E R T A D
Juan 11:43

¿Cuándo fue la última vez que desafiaste a tus compañeros para que hicieran algo espectacular?  ¿Cómo hablarías a un compañero que parece estar atrapado por algo que lo tiene acorralado?  ¿Qué palabras usarías para llamar a la libertad a tu compañero o a tu amigo?  Miraremos a Jesus hacerlo en la escritura que leeremos hoy.

En Juan capítulo 11 y versículo 43 leemos, Dicho esto, gritó con todas sus fuerzas: — ¡Lázaro, sal fuera!”

Quizá usemos palabras distintas pero las de Jesus me parecen bastante efectivas.  Su amigo, el que había sido enterrado hacía cuatro días, viene caminando de la tumba.  Jesús llamó a su amigo y Lázaro entró a una vida de libertad.

Puedes llamar a tus compañeros de sus tumbas de desesperación, heridas, enfermedad, y derrota.  Muchas veces ellos son como Lázaro, quien quedó atrapado en una fosa sin salida.  Quizá seas la persona perfecta para gritar el nombre de ese compañero para que él responda con un vigor renovado y la esperanza de libertad.

Llama a tus compañeros para darles un reto.  Llámalos con compasión y fuerza.  Nuestro equipo se debilita cuando los jugadores están desplazados, heridos, o no disponibles.  Llámalos a volver al servicio activo y ayúdales a cumplir sus papeles en el equipo.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 13:1-11
3 Juan 1-14
Job 20
Daniel 5-6
F U E R Z A
Hebreos 12:12

¿Cómo han mejorado tu juego por el entrenamiento de la fuerza y la flexibilidad?  ¿En qué maneras esto aporta al equipo?  ¿Podría tener la Biblia algo de que hablarnos acerca de este tema? 

En Hebreos capítulo 12 y versículos 12 y 13, leemos, “Por tanto, renueven las fuerzas de sus manos cansadas y de sus rodillas debilitadas.13 'Hagan sendas derechas para sus pies', para que la pierna coja no se disloque sino que se sane.”

Es cierto que cualquier deportista juega mejor cuando él o ella es más fuerte y más capaz de resistir las lesiones que cuando está débil.  Ya que escuchamos la admonición a fortalecerse las manos cansadas y las rodillas debilitadas.

Metafóricamente, si tomamos nuestro equipo como un cuerpo, tenemos trabajar todos juntos para fortalecer a nuestros compañeros, los que están cansados y debilitados por heridas.  Todos nosotros tenemos un papel en renovarlos y en hacer sendas derechas para sus pies.  Eso quiere decir que tenemos que ayudarles a ganar fuerza y salud, en vez de ponerlos en situaciones que empeorarán sus condiciones.

Trabajemos juntos para fortalecer y renovar nuestro equipo.  Trabajemos juntos como un cuerpo bien coordinado para que compitamos en una manera fuerte y unificada.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 12:37-50
2 Juan 1-13
Job 19
Daniel 3-4
C R I T I C I S M O
Juan 8:7

¿Cómo tratas a las personas que critican a tu equipo o a tus entrenadores?  ¿Quiénes son los que critican más y cómo debemos responderles?  Miremos como Jesús trata a sus críticos.

En el evangelio de Juan en el capítulo 8 y verso 7 leemos, “Y como ellos lo acosaban a preguntas, Jesús se incorporó y les dijo: —Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.”

Jesús es un hombre bien inteligente.  La situación fue que una mujer estaba metida en un acto de adulterio (un acto penado con muerte) e intentaron engañar a Jesús en cuanto a condenarla a la muerte o disculparla de sus pecados.  El mostró gran sabiduría al no hacer ninguno de estos.  Él sólo reflejó sus propios juicios hacia ellos mismos y así silenció sus acusaciones.

A todos nosotros nos cansan los cronistas deportivos, los comentaristas de radio y espectadores críticos, los que acusan y dudan de los deportistas y los entrenadores.  Pero, ¿cómo podemos tratar sus críticas con sabiduría?  Aprendamos del ejemplo de Jesus.

A menudo se puede callar a los que critican y se quejan nada más refleja sus propios juicios de vuelta.  No hay ninguna necesidad de poner excusas o involucrarse en el criticismo.  En vez de eso, simplemente destaca en los acusadores las mismas contradicciones y los mismos errores y ellos se irán frustrados.

 Mientras compites hoy, niega a los acusadores una oportunidad de criticar – juega al nivel más alto de lo que eres capaz y no habrá espacio ni para el criticismo ni para un reclamo.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 12:20-36
1 Juan 5:13-21
Job 18
Daniel 1-2
D I S C I P L I N A
Hebreos 12:7

¿Qué es la parte más dura de tu entrenamiento como deportista?  ¿El correr, el entrenamiento con pesas, la dieta, el estudiar videos o tal vez la rehabilitación de las lesiones?  ¿Por qué te hacen seguir haciendo algo tan difícil tus entrenadores?  ¿Te odian?  Lo dudo, y el verso de hoy nos ayudará a ver más claramente.

En la carta a los Hebreos, en el capítulo 12 y verso 7 el escritor habla de tal entrenamiento duro, “Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. ¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina?”

La reprimenda equivale a la disciplina, la cual equivale darle a alguien lecciones de amor.  Cuando experimentamos la disciplina de nuestros entrenadores, nuestros padres o aun de Dios, es una seña del amor, no del odio.  Así como los mejores padres animan y amonestan a sus hijos, los mejores entrenadores elogian y corrigen a sus jugadores.

Me preocuparía si el entrenador dejara de corregirte y desafiarte. Sería señal de que se dieron por vencidos contigo o que han bajado sus expectativas a un nivel indeseable.

Si somos sabios, escucharemos con mucha atención a las correcciones que nos dan los entrenadores, nuestros padres, nuestros compañeros y Dios.  Tal liderazgo es un recuerdo que nos asegura de lo mucho que nos quieren estas personas.  Juega con fuerza hoy y háganlo con orgullo.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 12:12-19
1 Juan 5:1-12
Job 17
Ezequiel 48
J U Z G A R
Juan 7:24

¿Te acuerdas tu primera impresión de tu entrenador?  ¿Y la primera vez que conociste a tus compañeros?  ¿Ahora que los conoces mejor, son las personas que te parecieron a primera vista?  Jesus sabía de esto y nos lo habla hoy.

En el capítulo 7 y versículo 24, Juan escribe lo que dijo Jesus, “No juzguen por las apariencias; juzguen con justicia.” 

Primeras vistas pocas veces producen una evaluación sabia del verdadero carácter de personas.  Es probable que tu primera impresión de tus compañeros  hayan sido falsas porque faltaban horas por relacionarte y semanas por competir.  Por eso Jesús dice que no debemos juzgar por las apariencias.  Las apariencias sólo tratan con los aspectos exteriores de personas.  Jesus quiere que nos enfoquemos en el corazón.

El juicio justo es mejor porque puedes mirar más allá de las apariencias y las fachadas, y penetra al meollo del asunto.  El juicio justo ve los motivos, los deseos,  las cualidades sinceras como la compasión y el amor.

Empleemos esta sabiduría en la competición de hoy.  No dejemos que las apariencias, lo que vemos a primera vista, nos gobiernen.   Miremos al fondo del  asunto de los corazones de nuestros compañeros y esforcémonos a fomentar las mejores cualidades que tenemos.  Hagamos juicios justos y miraremos nuestro equipo actuar con excelencia.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 12:1-11
1 Juan 4:7-21
Job 16
Ezequiel 45-47
E N T E N D I M I E N T O
Romanos 11:33-36

En tu opinión, ¿quién tiene el mayor conocimiento y la mayor destreza en tu deporte?   ¿Tal vez sea el entrenador más conocido o quizá alguien del Salón de la Fama?  Quienquiera que sea, ¿como se compararían su dominio del deporte con el tuyo?

¿Quién crees que tiene el mejor entendimiento sobre la vida en general?  ¿Cuán firme es tu dominio de las preguntas importantes de la vida en comparación al dominio de la persona?  La Biblia tiene una expresión bien fuerte de la superioridad inconmensurable de Dios con relación a los seres humanos.  Se ubica en el libro de Romanos, capítulo 11 y versículo 33 al 36, “¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios!  ¡Qué indescifrables sus juicios  e impenetrables sus caminos!

¿Quién ha conocido la mente del Señor, o quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero a Dios, ara que luego Dios le pague?  Porque todas las cosas proceden de él y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre! Amén.”

Las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios son aún más profundas de lo que podemos imaginarnos.  Sus juicios y sus caminos son fuera de todo entendimiento humano.

Tanto como el entendimiento del deporte de un atleta novato palidece junto al entendimiento de la sabiduría del entrenador veterano, nuestro dominio de lo verdadero de la vida parece ser nada cuando se le compara a la sabiduría de Dios.  Las escrituras nos recuerdan que todas las cosas en el universo son de Dios, provienen de Dios, van a Dios, y a Él se debe toda la gloria por siempre.

Mientras compites hoy, mantén en cuenta como tu entendimiento del deporte se compara al de tu entrenador y a los líderes del equipo. 

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 11:45-57
1 Juan 4:1-6
Job 15:17-35
Ezequiel 42-44
M O M E N T O S   D I V I N O S  
Juan 7:6

¿Has estado en una competición y estuviste consciente de que quizás haya sido una experiencia fuera de lo común?  ¿Puedes mirar hacia atrás y ver tales momentos?  Jesús tiene sabiduría con respeto a esta clase de acontecimientos.

En el evangelio de Juan, en el capítulo 7 y versículo 6 leemos, “Por eso Jesús les dijo, ‘Para ustedes cualquier tiempo es bueno, pero el tiempo mío aún no ha llegado.’”

Jesús supo que los momentos divinos raramente pasan. Oportunidades comunes nos suceden todos los días.   Está listo diariamente y vigila el momento divino.  Vela el momento divino en que puedes realizar un juego bonísimo. 

Estos son los momentos que definen a un jugador, un equipo o aun una temporada.  Los jugadores de fútbol americano se acuerdan de la atrapada de Dwight Clark que hizo posible que los Forty-Niners de San Francisco llegaran al Súper Tazón.  Los jugadores de básquetbol se acuerdan de “el tiro” que hizo Michael Jordan en al final de su carrera cuando los Bulls le ganaron a los Jazz de Utah.  Esos son los equivalentes atléticos a los momentos divinos.

Hay un partido del campeonato solo una vez al año.  Raramente hay un juego que podría cambiar el rumbo de un juego o de una temporada.  Cada jugada del partido es importante, pero como sabia Jesus, también tenemos que estar listos para el momento divino y poner el mejor esfuerzo para realizar “el juego.”  Tengamos un día grandioso de competición, hagan lo mejor de las oportunidades comunes y velen el momento divino y entonces hagan el juego.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 11:38-44
Job 15:1-16
Ezequiel 40-41
A U T O R I D A D
1 Pedro 2:13-14


¿Quiénes son las personas con autoridad en tu mundo deportivo?   ¿Es probable que hayas pensado en entrenadores, oficiales, profesores, administradores de una conferencia, padres, el presidente de la universidad y otros? ¿Cómo es tu actitud hacia tales autoridades, es de sumisión o de desafío?  ¿Es más como obediencia o rebeldía?  ¿Por qué esto nos importa?

Pedro nos comparte alguna perspicacia en estos pensamientos en su primera carta en el capítulo 2 y versos 13 y 14 donde escribe, “Sométanse por causa del Señor a toda autoridad humana, ya sea al rey como suprema autoridad, o a los gobernadores que él envía para castigar a los que hacen el mal y reconocer a los que hacen el bien.”

Algunas personas que tienen autoridad sobre nosotros, nos son agradables y las respetamos, ya que es más fácil someternos a su liderazgo.  No obstante, es más difícil seguir a otras.

Sea fácil o difícil, la verdadera motivación de someternos a la autoridad propia queda en las palabras, “…por causa del Señor…”  Podemos ejercer dominio de nosotros mismos y someternos a los líderes aun en sus peores días.  Podemos hacer lo correcto y dar un  buen comportamiento aun frente a mal carácter y pobre liderazgo.

Juguemos una competición excelente hoy y así mostraremos el mejor carácter. Seamos modelos para el mundo y mostremos a nuestros líderes una actitud de sumisión y de respeto para todos aquéllos que están al mando.

El Plan de Lectura Bíblica:
1 Juan 3:11-18
Job 14
Ezequiel 38-39
E N F O Q U E
Hebreos 12:2

Cuando era un atleta en la secundaria, hacia el salto de vallas 110 metros.  Puedo acordarme como si fuera ayer – estar en la salida y mirar hacia el túnel de vallas hacia la línea de llegada.  Los que hacían el salto de vallas y los corredores de carreras cortas tienen una gran ventaja sobre los corredores de larga distancia ya que pueden ver la meta justo al salir del punto de salida.  Veo esa misma dinámica en la escritura de hoy.

En la carta a los Hebreos en el capítulo 12 y versículo 2 leemos, “Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.”

Como los que hacían salto de valles, parece que Jesus podría ver la línea de llegada en su vida desde el principio.  Su vida se mantenía enfocada por tal visión clara de la destinación y de las recompensas esperando a la línea de llegada.

Todos los eneros, miro el Súper Tazón y tengo la convicción que todos jugadores y entrenadores de ambos equipos miran el trofeo Lombardi con disimulo mientras el trofeo permanece allí, esperando que alguien gane el campeonato.  Todos tienen ese premio a la vista de todos y compiten fuertemente hasta el disparo final.

Emulemos a estos campeones y a Jesucristo por mantenerse enfocados en sus metas y por quitar todas las distracciones que les impedirían realizarse.  Si todos nosotros competimos así, seremos un equipo de campeonatos.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 11:1-16
1 Juan 3:1-10
Job 13
Ezequiel 35-37
E S P E R A N Z A
Romanos 5:3-5

¿Cómo se mantiene una buena actitud en medio de tiempos duros?  ¿Cómo afectan al carácter estas situaciones?  El carácter de una persona, la verdadera naturaleza de su corazón es una fuente constante de la esperanza o de la desesperación.

El apóstol Pablo continúa su carta con estas palabras a sus amigos en Roma, Romanos 5 y versos 3 por 5, “Y no sólo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.”

La esperanza es una expectación de confianza de lo bueno, basada en las promesas de Dios.  Esto proviene de una entereza de carácter que ha sido cambiado y que nació de perdurar por el sufrimiento.  Esta entereza de carácter te ha enseñado a tener confianza y a tener esperanzas apropiadas.  Pablo dice que tal entereza produce esperanza y que la esperanza no nos defrauda porque Dios ha puesto un recuerdo diario de su amor en nuestros corazones.  El Espíritu de Dios está vivo dentro de nosotros para recordarnos de su amor y sus promesas.  Así es como se ve la verdadera esperanza.

Deja que la esperanza brote de tu carácter hoy y prepárate para un buen día de competición.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 10:22-42
1 Juan 2:24-29
Job 12
Ezequiel 33-34
S A B I D U R I A
Proverbios 3:13-14

¿Tienes algunos metales preciosos en tu joyero?  ¿Cuán valiosos son tus anillos, relojes o collares?  ¿Qué valdría más que la plata, oro u platino? 
En Proverbios capítulo 3 y versos 13 y 14, Salomón (un hombre muy rico) nos dice de algo con un gran valor, “Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. Porque ella es de más provecho que la plata y rinde más ganancias que el oro.”

Nos sentiríamos dichosos si tendríamos kilos de collares de oro alrededor de nuestros cuellos y nosotros nos viéramos como Mr. T.  Salomón dice que una persona es realmente dichosa si encuentra la sabiduría y la inteligencia.  Ser dichoso es estar contento con la vida.  El oro y la plata no pueden comprar eso.

La sabiduría es algo que debe ser encontrada.  No se te va a acercar.  Se requiere encontrarla en una búsqueda tenaz.  La inteligencia es algo que uno  adquiere, como se gana la fuerza en la sala de pesas.  Lo emocionante es que la sabiduría y la inteligencia reportan beneficios que nunca podrían dar la plata ni el oro.

En tu preparación para la competición hoy, busca la sabiduría en toda fuente posible y adquiere la inteligencia en cada momento del acontecimiento.  Al fin serás dichoso con los dividendos más grandes posible en la competición atlética.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 10:11-21
1 Juan 2:18-23
Job 11
R E S I S T E N C I A
Santiago 1:12

¿Has conocido a alguien que parece rebosar de entusiasmo y ánimo?  ¿Has hablado alguna vez con esa persona y le has preguntado de dónde proviene tal brillo?  La Biblia nos da una buena idea de la fuente de vida que acompaña una corona.

En la carta del apóstol que se llama Santiago en el capítulo 1 y verso 12 se escribe, “Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.”  La mayoría de nosotros hemos experimentado algún tipo de tentación. 

Tentaciones que nos llegan de dificultades como estar
sentados en el banquillo por bastante minutos, la muerte de un amigo o un miembro de la familia, mirar desmoronarse el matrimonio de nuestros padres, o batallar con el cáncer para permanecer vivo.

Santiago dice que cuando resistimos las tentaciones, recibiremos la corona de la vida y nos hará dichosos.  Ser dichoso es estar bien contento.  ¿Seria bueno, no?

¿Cómo se verá la corona de la vida?  ¿Has visto alguien que ha perdurado por los fuegos de la vida y ha salido al otro lado con gracia y entusiasmo para la vida?  Es probable que conozcas a alguien que lleva la corona de la vida todos los días.  Dios nos ha prometido esta misma corona si perseveramos por nuestras propias tentaciones. 

Sigamos adelante, por las dificultades y las tentaciones, por sentirnos no apreciados, por relaciones rotas y por dolores físicos.  Hay una corona que nos espera a la línea de llegada.  Sigamos adelante hacia la corona y hacia ser bendecidos y dichosos en los ojos del Señor.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 10:1-10
1 Juan 2:12-17
Ezequiel 29-30
R E S I S T E N C I A
Hebreos 12:1

¿Cómo caracterizarías esta temporada de competición, más como una carrera corta o un maratón?  ¿Cuál requiere mayor perseverancia, la carrera de diez segundos o la de dos horas?  Esa respuesta es obvia, pero la clave para esa perseverancia es un poco más evasive.

La carta a los Hebreos menciona tales valores en  el capítulo 12 y versículo 1, “Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.”

Yo tengo una amiga que ganó la maratón de Boston ocho veces – ¡en una silla de ruedas!   Jean Driscoll entiende lo que es la resistencia.  Ganar esa carrera requiere andar 26.2 millas (42.15 Km.) en una silla de ruedas, en justo más que 1.5 horas.  Esto es rápido – y rápido por mucho tiempo.  Así es como se ve la Resistencia.

 Tu recorrido en la temporada está enfrente de ti, se llama un horario.  Todos nosotros podemos verlo, pero ¿podemos terminarlo con resistencia?  ¡Claro que sí! Si hacemos caso de las instrucciones de la parte anterior del versículo.  Tenemos que mantener en cuenta nuestros predecesores para la inspiración y el ánimo.  Tenemos que despojarnos de esas cosas que nos pesan y que atrapan nuestras vidas.  Finalmente, tenemos que competir todos los días con el fin de la temporada en nuestras mentes. 

Compitamos para lograr un campeonato y acerquémonos como campeones a cada día de entrenamiento y en cada competición.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 9:26-41
Job 9:21-35
Ezekiel 27-28
D I S T R A C C I O N E S
Hebreos 12:1

¿Te acuerdas mirar a Michael Johnson, el medallista de oro de las Olimpiadas 200m  y 400m carreras cuando competía en ropa de talla muy grande con aquellos grandes cordones y calcetines sueltos?  ¡Claro que no!  ¡Eso sería absurdo!   Uno se podría enredarse los brazos y las piernas con facilidad con todo eso.  Más bien lo viste en la ropa y los zapatos mas aerodinámicos que el podría conseguir.  Podemos aprender de tal estrategia.

Hebreos capítulo 12 y verso 1 habla del mismo concepto, “Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.”

Una persona que corre, busca lo más aerodinámico posible para evitar  engancharse y así tropezar y caerse.  Para nosotros como competidores, en un nivel más profundo, tenemos que ser conscientes de las cosas que nos podrían enredar o atrapar.  A veces nos pueden atrapar relaciones insensatas o comportamientos que crean hábitos.  Nos pueden estorbar aun las cosas en que nosotros mismos nos involucramos.

En la competición de hoy, corre libre de las cosas que te liarían o que te atraparían.  Despójate de las cosas que son inútiles y vanas que te pondrían  zancadilla y te impedirían que lograras el éxito.  Corre libremente y bien como el campeón que eres.

El Plan de Lectura Bíblica:
I Juan 1:5-10
Job 9:1-20
Ezequiel 24-26
E S T O R B O S
Hebreos 12:1

¿Qué te estorba más cuando compites?  ¿Es la falta de concentración?  ¿Tal vez es una limitación física?  ¿Podría ser un temor persistente a fracasar?  ¿Cómo se puede superar estas cosas?  Consideremos una idea en la Biblia.

El escritor de Hebreos ciertamente había visto las competiciones de su época y él se las refiere en el capítulo 12 y versículo 1, “Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.”

 El escritor había visto que los deportistas del mundo antiguo se quitaban la ropa para competir sin estorbos de la túnica, vestimenta común de la cultura griega.  Eso es lo que quiere decir cuando escribe que debemos despojarnos del lastre que nos estorba.  Él nos fomenta a despojarnos de las cosas que nos pesan mientras  competimos.

 Para nosotros, por lo general la ropa no es lo que nos estorba.  A menudo nos entorpece un vicio, o una actitud tonta, o una manera egoísta de vivir, o una mala relación.  La solución al estorbo siempre es igual, despójate de él.

 No soñarías competir con un abrigo mojado y pesado.  Entonces, ¿Por qué dejas que te pesen otras cosas que son igualmente perjudiciales a tus objetivos personales y corporativos?  ¡Quítatelas!  Tú y tu equipo serán mejores por tus buenas decisiones.  Deja que este modelo de actitud desinteresada caracterice la competición de hoy.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 9:1-12
1 Juan 1:1-4
Job 8
Ezequiel 22-23
S A L Ó N   D E  LA   F A M A
Hebreos 12:1

¿Cuál ha sido el público más numeroso ante el cual has competido?  ¿Fue  cerca de cien, mil, diez mil o más?  ¿Cuánto te afectó?  ¿Te inspiró o te intimidó?  Hay una imagen semejante en las páginas de tu Biblia.

Esa imagen se ubica en Hebreos capítulo 12 y versículo 1 donde dice, “Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.”  ¿Lo puedes ver?  A mí me parece un gran estadio en el día de la competición.

La multitud de testigos a la cual se refiere el escritor son los que están en el Salón de la Fama, como ya hablamos en el capítulo anterior.  Este estadio se llena con los grandes héroes de la fe a través de la historia.  La intención del escritor es que esta multitud de espectadores sirvan para inspirar y animar a los competidores en la carrera.

De manera parecida, los grandes competidores que te han precedido en este juego y en esta institución deben servirte para inspirar, motivar y a animarte.  Los espectadores que acuden a la competición de hoy pueden ser tu mejor fuente de fuerza e inspiración.  Deja que tu mirada hacia ellos sea como la que recién leímos.  Imagínate que los asientos estén llenos con competidores del Salón de la Fama y que cada uno de ellos está allí para animarte y alentarte hacia el éxito.  Compite hoy como una persona del Salón de la Fama.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 8:48-59
2 Pedro 3:10-18
Job 7
P A Z
Juan 6:20-21

 ¿Quién es la persona en tu vida que puede calmar la situación más atemorizante?  ¿Tu mamá o tu papá?  ¿Tu mejor amigo?  ¿Quién es?  En la carta de hoy veremos quien fue para los discípulos de Cristo.

Juan escribe esta historia en su evangelio, en el capitulo 6 y versículos 20 y 21, “Pero el les dijo: —No tengan miedo, que soy yo. —Así que se dispusieron a recibirlo a bordo, y en seguida la barca llego a la orilla adonde se dirigían.”

Los discípulos habían estado remando por tres o cuatro horas por el Mar de Galilea, en la oscuridad, luchando contra vientos muy fuertes cuando ven que alguien camina encima del agua y se acerca al barco.  Estaban muertos de miedo… ¿no lo estarías tú?  Cuando escucharon la voz de Jesús y lo reconocieron, se desapreció su miedo, lo recibieron con alegría y la situación se solucionó de inmediato.

La presencia de Jesús calma temores.  Sólo el escuchar su voz trae la paz a una situación temerosa.  Su presencia en nuestras vidas nos traerá paz también si hacemos lo que hicieron sus discípulos.  Ellos escucharon su voz y entonces lo recibieron.

Tus compañeros y entrenadores pueden así calmar una situación caótica o solucionar un problema difícil para tu equipo.  Una interrogante calmada o una palabra suave de ánimo pueden ser tan poderosas como Jesús caminando en el agua hacia el barco.  Recibe el asesoramiento y el ánimo de tus compañeros y entrenadores en la competición de hoy.  Son claves para la victoria.  Que este día sea de excelencia.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 8:31-47
2 Pedro 3:1-9
Job 6
Ezequiel 17-19
E S P E R A N Z A S
1 Pedro 1:13

¿Sobre qué están construidas sus expectativas para esta temporada y para la competencia de hoy?  ¿En quién o en qué ponen totalmente sus esperanzas?  ¿Son completamente confiables esas personas?

El versículo de hoy nos habla de alguien que es completamente digno de nuestra confianza.  Pedro escribe de esto en el capítulo 1 y versículos 13 de su primera carta, “Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo.” 

Nuestras esperanzas atléticas usualmente se basan en el talento del equipo, la peripecia y la sabiduría de los entrenadores, y la madureza y el trabajo del equipo con el que competimos.  Estos son a veces muy seguros, pero durante otros tiempos son menos que objetos confiables de nuestra esperanza. Cosas como las lesiones, las enfermedades, la desilusión, las transiciones de los empleos y aun el temor puede arrancar nuestra esperanza de éxito.

Un objeto mucho más seguro es la gracia que recibimos de Jesús.  Confiemos en el trabajo que Él hace dentro de nosotros como individuos y como colectivo.  Estén seguros que el Señor hace lo mejor dentro de nosotros todos los días.  Él es fiable cien por ciento y siempre trabajará para realizar lo mejor en nosotros.  Mientras se preparan para competir, pídanle al Señor que les dé todo lo que necesitan para contribuir al esfuerzo del equipo hoy.  Jesús es una fuente segura y fiel de la esperanza.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 8:21-30
2 Pedro 2:17-22
Ezequiel 16
D O M I N I O   P R O P I O
1 Pedro 1:13

 ¿Qué pasa cuando uno compite de una manera descontrolada?  Esa persona comete faltas tontas, obtiene penaltis técnicos, es sancionado por  comportamiento antideportivo, aun pudiera ser descalificado. El valor de competir con dominio propio es obvio y la consecuencia es inmediata.  ¿Qué valor puede tener el dominio propio más allá de una competencia deportiva?

Pablo escribió a sus amigos acerca del dominio propio en su primera carta en el capítulo 1 y versículo 13 donde leemos, “Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo.” 

Después de haber hecho la preparación mental para la competición, tenemos que ejercitar el dominio propio para que realicemos el plan de juego y juguemos a un nivel óptimo.  Si perdemos el dominio de nuestras emociones o nuestro enfoque en la asignación, nos estaríamos distrayendo del objetivo y el fracaso nos perseguiría.

En la competición de hoy y por toda la temporada, preparen sus mentes para actuar y tener dominio propio.  Esto será la clave para la victoria, en y fuera del campo de la competición.

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 8:12-20
Job 4
Ezequiel 13-15
D I S P O N E R S E
1 Pedro 1:13

¿Qué tipos de cosas haces en el proceso de preparación para competir?  Seguro que estudias videos, visualizas los juegos, calientas los músculos y más.  Todos nosotros sabemos el valor de la preparación física, pero ¿cuán importante es preparar tu mente?

Pedro menciona esto en su primera carta a sus amigos en el capítulo 1 y verso 13, “Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo.” 

Hoy nos enfocaremos en la primera parte de esta oración.  Preparen sus mentes para la acción.  Pensemos juntos en las palabras claves.

 Disponerse – En este nivel del juego, no se puede sólo llegar y jugar.  Para lograr el éxito, hay que prepararse.  La buena noticia es que para el día del partido, se termina la preparación y estamos listos para competir.

 Inteligencia – Se requiere más que sólo la preparación física.  Tenemos que estar completamente listos para competir – físicamente, emocionalmente, mentalmente, y aun espiritualmente.  Llega a la competición 100% preparado y lleva tu mente contigo.

 Acción – Aunque no exista seguridad de tu participación  en este partido, tu equipo necesita que estés completamente compenetrado en el juego.  Tus compañeros necesitan de tu ánimo, tu discernimiento y de tu entusiasmo para que compitan al nivel más alto.  Todo el mundo tiene que estar listo para la acción, no a medias, sino 100% activo.


Preparemos nuestras mentes para la acción y pongamos nuestro mejor esfuerzo del año en esta competición.

El Plan de Lectura Bíblica:
2 Pedro 2:1-9
Job 3
Ezequiel 9-12
P E R F E C C I O N A R
Filipenses 1:6

 ¿Has notado cómo los alumnos que están haciendo un post grado abordan sus trabajos como una tesis de maestría? Aun al principio del programa saben que éste debe ser terminado y para algunos este proceso  es como parir un bebé… con  dolores de parto y todo.  Vemos una idea semejante en la carta de Pablo a los Filipenses.

En la carta a la iglesia en una ciudad llamaba Filipo, en el capítulo 1 y versículo 6 Pablo escribe, “Estoy convencido de esto, el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.”  Pablo tiene confianza que sus amigos están en el proceso a la perfección.

 Como un alumno de post grado, Dios tiene un trabajo que realizar y empezó en tu nacimiento.  Su trabajo sigue dentro de nosotros hasta el día en que muramos.  ¡Qué precioso es que Él es fiel en realizar todo lo que empezó en nosotros!

El Plan de Lectura Bíblica:
Juan 7:45-53
2 Pedro 1:12-21
Job 2
Ezequiel 4-8
P O D E R   R E N O V A D O
Juan 5:21

¿Cómo encontramos poder y vida renovada para nuestros cuerpos y emociones durante una larga temporada?  ¿Qué nos puede dar un nuevo  vigor y una inyección de energía?  Jesús sabe de donde proviene esto y hoy nos lo dice.

En Juan capítulo 5 y verso 21 escuchamos sus palabras, “Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a quienes a él le place.”

Aunque ninguno de nosotros estamos muertos, técnicamente, seguro que algunos nos sentimos que funcionamos menos que 100%.  ¿A quién no le gustaría tener las piernas renovadas como las tenía antes de la temporada?  A todos nos serviría una resucitación a nuestras energías para que ganemos este campeonato.

Aquí está la buena noticia: Jesús dice aquí que como su Padre resucita a los muertos, así también Él puede dar vida.  Pongamos nuestra confianza en Él; que sople vida en nuestros pulmones cansados, que encienda nuevamente el fuego en nuestras almas, que refuerce las piernas agotadas.  Si puede resucitar a los muertos, ciertamente Él nos hará que juguemos este partido con poder, entusiasmo y pasión.

Prosigamos este campeonato como si recién nos hubieran resucitado de la muerte.  ¡Demostraremos a los hinchas una vida que nunca han visto antes! 

El Plan de Lectura Bíblica:
Cantar de Cantares 4:8-16
Jeremías 52