D O L O R
Marcos 14:35-36

¿Cuál área en tu deporte te es difícil o doloroso y que desearías que desapareciera? Quizás es una lesión insistente, el dolor de la pérdida o relaciones conflictivas con tus entrenadores o compañeros.  Cualquiera de estas situaciones puede arrancar el gozo de tu vida.

Jesús enfrentó una situación similar, pero las consecuencias fueron mucho más graves.  En Marcos capítulo 14, versículos 35 y 36, leemos, “Yendo un poco más allá, se postró en tierra y empezó a orar que, de ser posible, no tuviera él que pasar por aquella hora.  Decía: Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo,  pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.”


En su última noche en la tierra, Jesús vio cara a cara a la muerte y supo que moriría en menos de 24 horas, así que tal y como cualquiera de nosotros  lo hubiera hecho, Él pidió evitarse ese dolor y sufrimiento.  Menos mal que Él tuvo la autodisciplina de rendir su voluntad a Dios.


Mientras enfrentas tus dolores diarios, busca la voluntad de Dios en los problemas de la vida.  No niegues tus sentimientos o escondas tus heridas, Dios sabe que esto es doloroso.  Habla con Él sobre ello y comprométete a ti mismo en sus propósitos.


En la competencia de hoy, ten la misma actitud hacia al dolor y sufrimiento que Jesús tomó y sigue adelante alcanzando tus metas pese a todo lo que estés enfrentando.

El plan de lectura:
Mateo 5:33-48
Hechos 8:1-25
Génesis 31

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