R E S U L T A D O   I N E S P E R A D O
Eclesiastés 9:11

¿Puedes acordarte de un tiempo cuando derrotaste a un contrincante el cual considerado como el favorito?  Tal vez te acuerdas también de un tiempo cuando se creía que ganarías pero de alguna manera la victoria se te escapó.  ¿Cómo es que pasa esto?

El escritor de Eclesiastés vio esto en su vida y lo escribió en el capítulo 9 y verso 11.  Allí se lee, “Me fijé que en esta vida la carrera no la ganan los más veloces, ni ganan la batalla los más valientes; que tampoco los sabios tienen qué comer, ni los inteligentes abundan en dinero, ni los instruidos gozan de simpatía, sino que a todos les llegan buenos y malos tiempos.”

Todos nosotros hemos participado en competiciones en las cuales sabíamos que el mejor equipo no ganó.  Todos nosotros hemos pasado momentos en donde, por alguna razón, no jugamos lo mejor posible y perdimos ante un contrincante inferior.

¿Cómo entendemos todo esto?  Dicho simplemente, nunca te des por vencido en una competición, aun y cuando vayas perdiendo abrumadoramente.  Por otro lado, nunca cantes victoria anticipadamente aun cuando parece que tu equipo es claramente superior.  Las influencias de tiempos malos y buenos  conspiran para mantener en la competencia al peor equipo y aun traer resultados inesperados.

Mientras te preparas para la competencia de hoy, no pienses demasiado en si eres el favorito o no, sino que enfoca tu mente en poner lo mejor de ti en este partido.  Haz todo lo posible para sacar de la ecuación a los tiempos malos y buenos.

El Plan de Lectura Bíblica:
Lucas 6:43-49
Filipenses 4:8-13
Salmo 121
2 Reyes 22-23

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